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Compromiso con el Ambiente

En esta nueva entrega de Bienplantados, Gustavo Donato, Gerente de Medio Ambiente de Montes del Plata nos cuenta cómo se asegura el cumplimiento ambiental de las normas nacionales e internacionales en la planta industrial de Punta Pereira. Cómo se controlan los indicadores de buen desempeño ambiental que se monitorean en la producción de celulosa. Qué rol juegan los vecinos en estos monitoreos y cómo se planifican acciones clave, como es la parada general de planta.

En la planta de celulosa de Montes del Plata se adoptan las Mejores Prácticas Aplicables, para minimizar el impacto ambiental de la actividad industrial y productiva. “Cumplimos la normativa nacional y las exigencias de los mayores estándares internacionales”, señala Gustavo Donato.

“Nuestra tarea esencial es garantizar el Cumplimiento Ambiental de la planta y sus actividades, tanto en la normativa nacional que se nos aplica, como en los estándares Internacionales a los que Montes del Plata ha adherido”, dice Gustavo Donato, Gerente de Medio Ambiente de Montes del Plata. “Monitoreamos una gran cantidad de información, justamente en orden de asegurar ese cumplimiento. También reunirnos regularmente a nuestros equipos para seguir los temas y -además- estamos atentos a nuestras comunidades cercanas, como Conchillas, Pueblo Gil, Puerto Conchillas y otras”, agrega. “Se trata de escuchar los planteos y responder, en nuestro rol de buen vecino. Es la ‘licencia social’ que toda actividad de este tipo tiene que tener”, remarca. 

El gerente de Medio Ambiente de la empresa remarca que la forma en que se produce celulosa hoy es muy diferente a la de 40 o 50 años atrás, en especial en su impacto ambiental. “Nuestra planta cuenta con un diseño que se basa en las Mejores Prácticas Aplicables (BAT, su sigla en inglés). Se trata del ‘estado del arte’, la mejor manera de producir al momento. Así, se aplicó la tecnología que minimiza el impacto sobre el ambiente, y no solamente en el diseño sino también en la fase operativa de la planta. Es lo que nos compete: garantizar -a través de la operación- que los impactos al medio ambiente sean los menores posibles”, explica Donato. 

“Específicamente, para reducir al mínimo dicho impacto ambiental, el proceso conlleva la recuperación de químicos. No se trata de un ciclo totalmente cerrado, pues cierto volumen de químicos se incorpora, pero es casi cerrado pues la mayoría de ellos se van recuperando a lo largo del proceso. Así, tan importante como la propia línea de producción de celulosa es la línea de recuperación de químicos, que va en paralelo retomando insumos”, relata el gerente de Medio Ambiente.

Energía limpia 

“Una consecuencia natural del proceso de producción de pulpa es la generación de energía, 60% de la cual se utiliza en el propio proceso productivo, mientras el excedente se vierte a la red de distribución de electricidad. Se trata de energía limpia que proviene de la madera de los eucaliptus, y que -a partir de la combustión- produce vapor para luego generar electricidad”, dice Donato. De esta forma, Montes del Plata brinda energía eléctrica limpia, firme y permanente, para un consumo equivalente al de 200 mil hogares. 

El gerente de Medio Ambiente explica el proceso: “Al residuo orgánico que queda luego de separar la celulosa, se suman los residuos forestales no pulpables, que no pasan por el proceso productivo de la celulosa. Todo eso es valorizado energéticamente en nuestra caldera de biomasa y permite generar energía limpia”, concluye. Esto ha permitido a Montes del Plata aplicar al Mecanismo de Desarrollo Limpio de las Naciones Unidas. “De tal manera que hemos obtenido certificados de carbono, que comprueban esa generación limpia de energía”, agrega. El carbono a partir del cual se produce energía lo toman los árboles de la atmósfera, a través de la fotosíntesis.

¿Esto lo hacen porque los obliga la legislación o por iniciativa propia? “Es parte de los valores de Montes del Plata: no solo el cumplimiento ambiental, sino ser ambientalmente responsables”, responde Donato. “Naturalmente, es un hito importante el cumplimiento normativo, pero además existen normativas no obligatorias a las que adherimos voluntariamente, para tener un estándar en relación a distintos tópicos. En calidad estamos certificados con la norma ISO 9001; en materia ambiental estamos certificados con la norma ISO 14001; en materia de seguridad y salud ocupacional estamos certificados con la norma ISO 45001”, describe.

Licencia social 

“Queremos siempre ser buenos vecinos y para los que estamos más enfocados en la industria, el área de Comunicación y Sustentabilidad nos da soporte para mantener el diálogo permanente con la comunidad, Se trata de escuchar mucho; a veces ocurren impactos no deseados -como por ejemplo generación de olor- que si bien son infrecuentes, exigen explicaciones. Allí incentivamos la comunicación hacia la planta, para aprender de esas situaciones y mejorar. Tenemos un mecanismo por el cual damos respuesta a esas inquietudes de los vecinos, y muchas veces conversamos con ellos cara a cara, explicándoles lo sucedido de la forma más llana que podamos; así se genera un compromiso para mejorar continuamente”, destaca Donato.

Esto es clave al momento de la parada anual. “La Parada General de planta es un hito muy relevante en la historia de la planta. Ocurre todos los años y nos permite -como cuando un auto Fórmula 1 entra a boxes- adecuarla de forma que -en el siguiente período- tenga el mejor rendimiento, no solamente desde el punto de vista productivo, sino también desde el punto de vista de la seguridad y desde el punto de vista ambiental”, explica.

“Es una tarea muy planificada que se empieza a prever 12 meses antes, desde la parada anterior. Interviene una gran cantidad de personas -entre 2.200 y 2.300-, para ejecutar tareas de mantenimiento, tanto de infraestructura como de equipamientos. Además, se encaran proyectos de mejora. Este año son dos: uno tiene que ver con mejoras en el horno de cal y otro con la incorporación de un nuevo efecto en el tren de evaporadores”, señala Donato.

¿Habrá olor? “Nuestro compromiso es que no. En la parada es difícil que ocurran olores porque en ese tiempo no estamos produciendo; sin embargo, la ocurrencia está latente por el hecho de que muchos equipamientos -que habitualmente son estancos, están cerrados- se abren, entonces existe la posibilidad de venteos y eventual generación de olor. Pero trabajamos y planificamos para que no ocurra”, remarca.

“Todo este mantenimiento anual se le informa y comunica a las comunidades vecinas, que tienen que estar avisadas no solamente por la eventual generación de olor, sino porque es una etapa en donde hay más gente de lo normal en esas comunidades, que son pequeñas. Va a haber más tránsito y probablemente haya más ruido a horas que no son frecuentes”, señala el Gerente de Medio Ambiente. 

Monitoreo permanente 

“La Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA), naturalmente, ejerce un control permanente de nuestra actividad. Y además de los reportes regulares de desempeño- que hacemos con frecuencia preestablecida- también enviamos a la autoridad ambiental, vía online, información sobre emisiones (tanto líquidas como gaseosas), además de registros de calidad del aire, tanto en Puerto Conchillas como en Conchillas propiamente”, explica Donato.

 

 

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